Provocar para pensar, pensar en provocar
“Sabiendo que es difícil pero posible pensar de otra manera, es que me embarqué en las nuevas formas de pensar, desde las artes.”
Maris Bustamante
“Atrévase a cometer un acto erótico, un taco cómase,” Es una frase contundente, una invitación/provocación memorable. Una sacudida de conciencia, una idea reveladora y una crítica para el México de setentas.
Una mujer joven invitaba a comerse un taco como acto erótico, la misma persona que después de una serie de investigaciones, acciones y procesos había registrado la propiedad intelectual del platillo más emblemático de cocina mexicana; el taco.
La patente del taco (1979) de Maris Bustamante fue un performance que marcó la historia del arte no objetual en México, convirtiéndose en un referente dentro de las prácticas artísticas contemporáneas, una acción con una impronta tan determinante como su creadora.
Artista de revoluciones visuales, conceptuales, no objetuales y transdisciplinarias Maris Bustamante despliega su quehacer entre la práctica artística, la educación y la investigación. Interesada en cuestionar, expandir y desplazar las estructuras se enfoca en el choque entre conceptos, emociones e ideas; confrontaciones a través del cuerpo, la acción, la palabra y el humor son una constante en su trabajo.
Los temas de su interés no son sencillos, a lo largo de su trayectoria la artista ha abordado el rol de la mujer en el arte, la sociedad, la maternidad, así como los prejuicios y conductas machistas que permean a la sociedad.
El pene como instrumento de trabajo fue un performance realizado en 1982, en el cual la artista elaboró una respuesta crítica a los planteamiento machista de Sigmund Freud, quien aseguraba que las mujeres que deseaban tener trabajo envidiaban a los hombres por tener pene.
Para dicha acción, la artista decidió hacer una serie de máscaras, 300 reproducciones de su foto como “mona-lisa” con un pene en la nariz del cual colgaba un letrero que decía “instrumento de trabajo”. La sarcástica y elocuente acción despertó diversas opiniones para quienes los presenciaron, la incomodidad fue una constante.

Desde su trabajo como parte del No-Grupo, Maris manifestó su interés por el feminismo, el género y la crítica al sistema artístico. Los intereses por el arte más allá del objeto en lo que ella denominó Montaje de Momentos Plásticos, acciones, arte correo, instalaciones y carteles fueron los medios elegidos por el No-Grupo(1979-1983).
Maris Bustamante en conjunto con sus colegas buscaron innovar en su relación con el público, los espacios propicios sus creaciones no eran los convencionales.
El interés por el feminismo y su práctica artística la llevaron a crear junto a Mónica Meyer, Herminia Dosal el grupo Polvo de Gallina Negra (1983-1993), siendo el primer grupo/colectiva que tomaba una postura política-artística en torno al feminismo, los roles de género, la desigualdad y disidencia.

Dentro de la colectiva exploraron/cuestionaron el rol de la mujer en el arte, las ideas/prejuicios y preceptos del deber ser de la mujer acuñado por los medios masivos de comunicación. Incentivaron la participación de la mujer en el arte, la perspectiva feminista en la construcción de acervos visuales, acciones y textos.
Las artistas desarrollaron piezas que visibilizan/cuestionan el abuso y violencia que sufrían las mujeres, Receta de Polvo de Gallina Negra para hacerle mal de ojo a los violadores o el respeto al cuerpo ajeno es la paz (1983). La maternidad y la forma en la que era concebida fue materializada en Magno Proyecto: ¡Madres! (1987) y Tres Madres Para un Desmadre(1990).
De manera individual, Maris Bustamante continuó usando el cuerpo, el espacio y el contexto local para generar acciones plásticas e investigaciones desde el feminismo, el ser y la sociedad. El binomio arte y vida son una constante en su práctica, conceptualizar y diseñar experiencias (artísticas, pero no siempre estéticas) desde el arte y la investigación han sido su labor en los últimos años. Mujer determinante, activa y agitadora Maris Bustamante sigue generando proyectos, procesos e invitando a cuestionar, accionar y crear.
La artista, profesora e investigadora es un hito en la historia del arte y el feminismo, la forma en la que ha abordado la sexualidad, el ser mujer, madre y el concepto de arte han quedado registrados, vale la pena revisarlos, ojearlos y establecer un diálogo entre los contextos y la acción. En un momento donde el arte ha buscado espacios, nuevas relaciones con el público y las instituciones, en una época de revoluciones, feminismos, activismos y acciones el trabajo Maris Bustamante hace eco.