No, no es ese bazar que se pone los domingos en el parque donde mi tía hippie vende pinturas y pulseras, tampoco es ese lugar de moda para comprar arte entre barras de café y cocteles de autor.
El Mercado del Arte es algo complejo y para entenderlo habría que entender su historia, y sí, habría que remontarnos a la Baja Edad Media, momento en el que los artistas empezaron a recibir encargos directos de sus clientes, lo que con el tiempo se convirtió en una forma de vida muy lucrativa.
Llegó el Renacimiento y con él la revalorización del arte antiguo. El interés por poseer este tipo de arte dio origen al coleccionismo y a las primeras subastas, lo que le imponía cierto valor y sobre todo precio a las obras de los artistas.
Ya entrados en el siglo XIX, surgieron los salones parisinos en los que se acostumbraba someter las obras a la crítica de arte que se publicaba en periódicos y revistas, con la respectiva publicidad y venta que esa práctica atraía.
Así, a grandes rasgos, se dieron los aspectos básicos del Mercado del Arte; venta, coleccionismo, subastas, crítica y publicidad. Poco a poco los artistas estaban sometidos más a criterios de mercado y menos a los académicos.
¿Cómo funciona el Mercado del Arte en la actualidad?
Para muchos de nosotros el arte es sensibilidad, crítica social, expresión, etc., pero para algunos más, el arte es un negocio y uno muy rentable cuyo valor depende más de la especulación, que del talento del artista.
Y es que el arte, en comparación con cualquier otro producto del mercado, genera fascinación, incluso fetichización, por eso es que en las subastas las piezas pueden lograr precios inalcanzables para la mayoría de nosotros, pobres mortales, mortales pobres.
Pero el asunto del Mercado no se detiene ahí ¿Si resulta tan lucrativo, porqué dejarlo solo en el nivel de los grandes compradores?
Y así es como terminamos con dos tipos de mercados:
El mercado primario que se enfoca en obras de producción reciente de artistas, que se dan a conocer a través de galerías de arte que funcionan promocionándolos y publicitándolos.
En el otro espectro está el mercado secundario que se encarga de las transacciones de las grandes obras de arte, estás son manejadas por casas de subastas o por los marchantes de arte, algunas galerías bien posicionadas también cumplen con esta función.
¿Cómo se calcula el valor del arte?
Considerando los aspectos antes mencionados, ya podemos imaginarnos cómo se calcula el valor de una pieza de arte o de un artista.
Lo primero es determinar a qué mercado pertenece, si es al mercado primario entran en juego valores como el prestigio alcanzado por el artista, dimensiones y técnica de la obra.
Si pertenece al mercado secundario es un poco más complejo, se requiere hacer estudios de la obra por parte de varios expertos, que entre otras cosas determinarán la autenticidad, estado de conservación, historia o la trayectoria y fama del artista.
Con tantas cuestiones que tener en cuenta, no es raro que también se susciten controversias, sobre todo cuando las obras pueden alcanzar precios de millones de dólares.
A nosotros solo nos queda estar atentos a lo que el arte puede ofrecernos, porque, como hemos dicho antes, el arte cambia, evoluciona y se adapta a los tiempos, así tendría que ser también para el mercado.
Muy de acuerdo con esa distinción. Creo que habría que añadir que el Mercado del Arte es solo una parte de una actividad económica que llamaremos el Comercio del Arte, pues las estrategias del Mercado obedecen más al liberalismo económico (la mano invisible que controla la oferta y la demanda) y las estrategias del comercio, que implican la valoración de aspectos no solo económicos también sociales, educativos, comunicativos y poéticos de la creatividad.