La Costa da Morte

Entrevista con Eloisa

La Costa da Morte en Galicia, te recibe entre peñascos y vientos tempestuosos, un mar rugiente que te hace preguntarte ¿Qué hago aquí?

Nunca he estado en Galicia, mucho menos en la Costa da Morte, pero Eloisa, mi amiga Elo, me cuenta de su visita con tanta pasión y detalle, que siento como si hubiera estado ahí acompañándola. No tengo que imaginarme nada, sus fotografías me ponen en el centro mismo de esa playa dominada por las rocas, sus dramáticos cielos a juego con un mar salvaje y esas olas que no se detienen hasta reventar contra la orilla.

Nuestra entrevista se realiza a distancia, no podría ser de otra forma en esta época, ella al atardecer desde una agitada terraza en el corazón del barrio de Chueca en Madrid y una copa de vino en mano, yo a media mañana en un céntrico departamento de la Ciudad de México con la cantaleta de los compradores de chatarra (“…fierro viejo que vendaaaa”) sonando constante como música de fondo y mi segunda taza de café del día. Ningún escándalo es suficiente para ocultar la emoción de nuestro encuentro virtual y mucho menos para interrumpir nuestra charla.

La historia de Elo como fotógrafa es un una historia de reencuentros, pero en especial una historia de exploración.

De reencuentro con su pasión, ya que estudió fotografía en Londres en 2001 y se olvidó de ella, pero en 2012, durante su estadía en Argelia, surgió la necesidad de capturar todo lo que veía, toda esa cultura ajena, pero a la vez cercana.

“El ojo recuerda, solo hay que reencontrarse con la técnica”.

Y es ahí donde empieza su historia de exploración, exploración de la técnica fotográfica y de sus recursos casi infinitos, pero también de exploración geográfica; por Argelia, por Suiza, de regreso a México y de ahí a España y todos los territorios cercanos de estos lugares.

Elo posee una de esas mentes inquietas que se desbordan de ideas, eso siempre ha sido claro para mi desde que la conozco, por eso no me parece extraño que su exploración no se limité a los espacios físicos, ha explorado con los estilos fotográficos; la fotografía de calle, el retrato y claro, de naturaleza, y ha explorado con la cámaras, desde las análogas en la universidad, su favorita y práctica Fuji X20, hasta la súper profesional Nikon.

En 2017 dió el salto y puso la fotografía al centro de su trabajo, publicó y puso a la venta su primer libro 707 Días en Argelia, en el que además de las fotografías, escribió los textos. El libro tomó su camino natural y se convirtió en su primera exposición en México gracias a la intervención de Francisco Salomón, otro autor y fotógrafo. Esto sucedió en febrero de 2020, poco antes de que iniciara la pandemia.

“La vida siempre te pone en el camino a las personas indicadas”.

El caos del 2020 le pedía escapar, salir a la naturaleza y el sitio elegido fue Galicia, en especial la Costa da Morte, un lugar que le debe su nombre al mar helado y a su historial de tragedias, pero para ella, este lugar se convirtió en la inspiración de su trabajo presente.

En las fotografías de esta serie se percibe la naturaleza contenida, casi se puede escuchar el viento y el mar enfurecido y así convirtió en imagen y la imagen logró transportarnos a la naturaleza.

Entre sus planes están una visita a México para colaborar con otras artistas plásticas y profundizar sobre la naturaleza femenina.

El sol se esconde entre las terrazas de Madrid y en la Ciudad de México alcanza su punto más alto, nos falta vino y café, nos sobran pláticas, historias y por supuesto imágenes.

Pueden conocer más del trabajo de Eloisa en https://eloisa.mx/ y seguirla en https://www.instagram.com/elogguer/