Uno de los artistas más influyentes y menos conocidos del siglo XX
Así fue que me convertí, cuando ya no me quedaba más que hacer, en un fotógrafo.
Erwin Blumenfeld
De Berlín hasta Nueva York, pasando por Amsterdam y París, la historia de Erwin Blumenfeld sigue una trayectoria geográfica que evolucionó a la par que su trabajo.
Su relación casi simbiótica con la moda no es casual, inició muy pronto en su vida cuando era asistente de estilismo para mujeres siendo un joven judío de clase media en Berlín y lo llevó a convertirse en uno de los fotógrafos de moda más solicitados y mejor pagados en la Gran Manzana en los años 50.
Otra fuentes de inspiración le viene del movimiento Dadaísta, de hecho fundó la Central Dadá de Amsterdam bajo el seudónimo de Jan Bloomfield, cuando al final de la primera Guerra se trasladó a Holanda.
Sus primeros trabajos consistían en dibujos e ilustraciones con personajes desproporcionados de trazos sencillos que poco a poco fueron mutando a base de la experimentación y la crítica, particularmente hacia el partido Nazi alemán. De esta época destacan los collages formados con recortes fotográficos, fotomontajes y solarizaciones de negativos.
En 1936 se trasladó a París, donde comenzó su larga relación laboral con el mundo editorial, colaborando con revistas como Vogue y Harper’s Bazaar y la disquera Verve, hasta que en 1940 fue recluido en un campo de concentración del que logró escapar para embarcarse con su familia a Estados Unidos, donde se nacionalizó al final de la Segunda Guerra.
Es en está etapa que logró sus más importantes colaboraciones ya inmerso de lleno en la fotografía, trabajando para revistas como Cosmopolitan, Look y Popular Photography. En paralelo continuó experimentando con las posibilidades de la fotografía y el surrealismo.
Son particularmente creativos y destacados los retratos que realizo a personalidades como Cecil Beaton, Marlene Dietrich, Jane Fonda, Audrey Hepburn y Eugene O’Neill
En los años cincuenta misteriosamente abandonó la fotografía y murió el 4 de julio de 1969 dejando una obra artística impresionante y una imborrable influencia en el mundo editorial