Las facetas de su obra
Por Manuel Guillén
Con una exposición individual de medio centenar de obras, en la que incluyó lo mejor de su trabajo abstracto y figurativo, la elogiada artista visual mexicana volvió a la Galería Torre del Reloj en Polanco, espacio que ya ha compartido con otros creadores en ocasiones previas; pero que esta vez albergó una destacada exposición en solitario, producto de años de intenso trabajo sobre la forma y el color, que han vuelto a la pintora una de las más buscadas para dar relieve, sentimiento y belleza a una amplia gama de interiores.
Poseedora de una atenta mirada, ha plasmado la colorida paz del reino animal con sus ya famosas aves, caballos y especies salvajes que, bajo su paleta, integran su propia corporeidad con las luces del entorno.
Asimismo, la exposición incluye buena parte de su trabajo abstracto que desde el inicio de su carrera ha presentado una poderosa fuerza emotiva, evidente en la carga matérica de los acrílicos sobre el lienzo y la profusa superposición cromática, siempre marcada por los altos contrastes y las disoluciones explosivas que revelan la intensidad temperamental de la creadora, algo que, por su integridad, ha sido muy valorado por los ya numerosos coleccionistas de su trabajo simbólico.
Con esta muestra, Rita Sánchez Domínguez celebró tres lustros de consolidación en la plástica mexicana, reafirmando su presencia como una de las creadoras mexicanas más prolíficas y apreciadas del circuito artístico nacional no académico.