A medio camino entre el cuerpo, la máquina y el arte
Hace algunas décadas, la idea de llevar una vida en línea, donde la interacción unos a otros fueran mediante dispositivos tecnológicos y el contacto humano estuviera limitado por considerarse peligrosa, parecía imposible. En un escenario apocalíptico en el que las computadoras y el internet son el único contacto con el mundo, el 2020 nos planteó una nueva realidad: la virtual.
Nuestra vida cotidiana parecía sacada de una novela, serie o película de ciencia ficción en la que día a día íbamos conociéndonos, conectándonos entre la angustia y el quehacer. El tiempo libre y el descanso fueron acompañados por los diversos servicios de streaming de oferta extensa y diversa, hablamos de nuevas realidades, robots, androides y un sinfín de posibilidades donde la ficción tocaba lo real.
Desde nuestra infancia la posibilidad de convivir robots como Astroboy, Robotina o alguno de los Transformers era un sueño que cada día parece más real. Entre la virtualidad, la robótica y la inteligencia artificial la vida cotidiana ha seguido su rumbo, la creación artística y la producción actual no ha sido ajenas a estos estos fenómenos más allá del performance, el arte público, el activismo, la fotografía, el cine y el videoarte, desde hace algunos años los artistas, teóricos e instituciones han volcado su quehacer y reflexiones en torno al posthumanismo. Sí, leíste bien POSTHUMANISMO, todo aquello entre el cuerpo, la tecnología y las posibilidades que brindan al hombre, la naturaleza y la creación.
El posthumanismo es un concepto que explora la relación entre la inteligencia artificial, la tecnología, la realidad virtual, la robótica y su relación con el hombre y la naturaleza. Desde el posthumanismo se exploran las posibilidades y límites entre las máquinas, la programación y la nueva comunicación en el arte. No son vistas como herramientas de creación sino como entes creadores, complementarios y versátiles que posibilitan nuevas estéticas, diálogos y cuestionamientos.
Cuerpos más allá de lo humano, la cultura cyborg, la biotecnología y el diseño son los puntos de interés, plantea ir más allá de los límites, un nuevo concepto de arte donde el hombre, el biodiseño y el concepto de arte se redefinen y expanden. Sabemos que la biotecnología y el arte despierta curiosidad, pero también sabemos que puede ser complejo imaginarlo por ello aquí tenemos algunas referencias.
En 2002 los bio-diseñadores James Auger y Jimmy Loizeau crearon un prototipo llamado Audio Tooth Implant que apareció en la portada de la revista TIME ese mismo año. Los implantes de diversos materiales se han popularizado entre los artistas. La producción de Stelarc Amplified Body integra a su cuerpo extremidades mecánicas.
La hibridación de cuerpos es otra de las temáticas recurrentes entre el arte, la tecnología y la ciencia. La creación de “quimeras” de Eduardo Kac a través de proyectos nos plantea la posibilidad de los resultados interespecies.