Exposición: Arquitecturas recuperadas del dolor

Visitamos la exposición de las artistas Nubia Landell y Karla Sosa

Hay lugares que visitas una y otra vez, espacios que representan un descubrimiento constante y por los que siempre buscas un pretexto para regresar. Eso me sucede con Casa Baanal, y esta ocasión el pretexto es la exposición Arquitecturas recuperadas del dolor.

Se trata de una muestra de dos residentes de Casa Baanal, ambas mujeres y ambas procedentes de la península de Yucatán.

Si bien sus obras y técnicas son muy diferentes, encuentran un diálogo profundo en sus temas; el dolor, la identidad y el hogar, no como espacio habitable, más bien como una búsqueda constante.

Y es así como su trabajo encontró un hogar temporal en ese espacio en el centro de la Ciudad de México, tan disímil de la Península, tan cercano al encuentro.

Dos mujeres se encuentran en un mismo espacio que lo mismo significa creación que sanación.

Nubia Landell (Durango, México, 1977) vivió más de dos décadas en distintas ciudades de Europa donde se formó y desarrolló como artista. Su fascinación por el color la llevó a viajar a Nepal, Singapur y Tailandia para estudiar nuevos pigmentos. Recientemente ha regresado a México y fijado su residencia en Yucatán. Su obra, fuertemente influenciada por el arte naïf, es fruto de la continua experimentación de las técnicas del dibujo, la pintura, el collage, la gráfica o la fotografía.

Karla Sosa (Mérida, Yucatán, 1984), después de licenciarse en diseño gráfico, se mudó a Carolina del Norte, donde trabajó como artista profesional, exponiendo en diversos centros culturales de Charlotte. Actualmente vive en Mérida, ciudad en la que continúa su desarrollo como artista visual. Experimenta con una técnica y material que son símbolos de transformación y dan como resultado arquitecturas recortadas en papel, verdaderos refugios de sanación a pesar de su fragilidad.

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