Boris Viskin en Acapulco 62
Cuando Boris cruzaba un puente peatonal del Circuito Interior de la Ciudad de México, lo cautivó el fluir de los carros. A pesar del movimiento encontró cierto sentido pictórico en la escena, como si se tratara de un petate urbano, como un óleo sobre tela cuyo entramado aprisiona o congela ese movimiento.
Todos queremos llegar a casa, pero esa marea de corrientes acaba generando una idea del sin sentido. Un peregrinaje absurdo de Sísifos rodantes que nunca llegaremos a casa.
“Esta prisión, este congelamiento, no solo me atrajo como solución plástica sino metafórica. Resumía lo que sentía al observar desde el puente la peregrinación de “carritos”: la certeza visual de que, al menos en esos segundos, la corriente que fluye no va hacia ningún lado. Fluye pero no fluye, se congela”.
Boris Viskin

Yendo a casa es la exposición de una video-instalación que se proyecta en la Galería Acapulco 62 ubicada en Dr. Atl 217, Col. Santa María la Ribera, hasta el 9 de octubre.