Un espacio para el diseño
Por Manuel Guillén
Como parte de las propuestas independientes del diseño de joyas en México, llega Cristeros, enfocada al público masculino, con un interesante rescate de la imaginería cristera que, tras su reivindicación histórica durante las primeras décadas de este siglo, se ha unido a la estereotipia de la heroicidad mexicana.
Tras el arribo del Partido Acción Nacional al poder federal en México, hace ya más de dos décadas, uno de los reacomodos ideológicos que se verificaron fue la revisión, reinterpretación y reivindicación del movimiento, ideología y rebelión cristera durante las épocas convulsas del México posrevolucionario.
Después de 12 años de panismo, dicho periodo histórico quedó legitimado en el canon de sucesos relevantes del país, adquiriendo una sustancia heroica de la cual antes carecía.
De esta manera, la imaginería cristera se emparenta con el encomio revolucionario, generando un halo de romanticismo sobre la honorabilidad guerrera de hace un siglo con un sello plenamente mexicano.
Como es natural a la simbología nacionalista, ésta se convierte en motivo estético y, probablemente, haya encontrado allí su verdadero valor, más allá de su cariz mítico y pretendidamente histórico. Algo que, de manera ejemplar, han mostrado las revoluciones rusa y mexicana, con su caudal de elementos visuales efectistas que son ya parte del patrimonio imaginativo occidental.
En este ámbito cultural, surge una propuesta como la de la joyería artesanal, Cristeros, que aprovecha muy bien los elementos asignados históricamente a los cristeros durante el presente siglo: valor, fe, fuerza, compromiso.
El concepto de la marca plasma estos elementos en las figuras, los acabados y las texturas de sus productos de confección artesanal y diseño colectivo de un grupo de creativos y diseñadores nacionales que han confiado en este nuevo conjunto simbólico de la mexicanidad.
Así, la gran cruz cristera remata anillos de buen tamaño cuyo grosor señala el acostumbrado estereotipo de la joyería masculina, haciendo lucir las manos del portador, con un atractivo acabado oscuro en la platería, que se complementa con mancuernillas, pañuelo y el hoy ya indispensable cubrebocas de diseño a juego.
Una de las razones de la guerra cristera fue su defensa de portar con orgullo los fetiches del catolicismo replicados en una frondosa iconografía de santos y vírgenes, vigente hasta nuestros días. Entre estas representaciones, sin duda la más importante para los creyentes (solo superada por las representaciones de Jesús de Nazaret, por supuesto) es la de la Virgen de Guadalupe.
Elemento arquetípico (de la madre, de la bondad y de la mexicanidad) que no podía faltar en las colecciones de Cristeros y que se muestra en una correcta combinación de acabados de plata de alto contraste en cinco modelos de anillos que aprovechan con soltura los contrastes cromáticos de la platería y los relieves de destacada factura del rostro de la “Madre de México”.
Joyería de diseño Cristeros. Show Room disponible en la calle de Zacatecas, número 195, colonia Roma, Ciudad de México. Horario: de 11:00 a 19:00 horas.
Si quieres saber más del autor, visita: http://guillenresearch.blogspot.com